Es
muy común el hecho de que los investigadores en el área científica procedan sin
una metodología o sin un previo plan de trabajo establecido, lo cual puede
generar desperdicio de recursos económicos, temporales y materiales, además,
una investigación sin este rubro difícilmente alcanzará la difusión y, por
tanto, impacto, que lograría una seria. Eli de Gortari señala que el método
científico es el camino lógico para llegar a un nuevo conocimiento e indica que
consta de tres fases: Indagadora –donde se plantea y tratan de descubrir nuevos
procesos objetivo - demostrativa –en la que se lleva a la conclusión el
experimento- y expositiva –en donde se afina el nuevo conocimiento y se
transmite.
Ruy
Pérez Tamayo establece que es el conjunto de principios teóricos, reglas de
comportamiento y operaciones mentales y manuales que usaron en el pasado y hoy
siguen usando los hombres de ciencia para generar nuevos conocimientos. Según
algunos investigadores, los métodos científicos se pueden clasificar
históricamente en cuatro categorías: metódico inductivo-deductivo, método a priori deductivo, método
hipotético-deductivo y no hay método.
Así
tenemos que la metodología se entiende de dos maneras: El estudio de los
métodos para realizar investigación o el análisis del camino a seguir para
realizar una investigación en particular. La investigación, por su parte, puede
ser de tres tipos: básica, tecnológica y de intervención. Por investigación
científica se entiende el proceso de trabajo particular intelectual y crítico,
cuyo resultado es conocimiento nuevo y objetivo. La metodología aquí se
entiende como el eslabón intermedio entre el famoso binomio teoría-práctica, el
cual orienta el esfuerzo y la atención de quien la realiza hacia un fin, así
que es falsa la idea de que puede existir la teoría sin la práctica y
viceversa. Teoría sin práctica es elucubración estéril y práctica sin teoría es
pragmatismo ciego. Por teoría se entiende el conjunto de reglas e incluso
prácticas pensadas universalmente mientras que práctica nos remite a la
efectuación de un fin pensada como cumplimiento de ciertos principios. De aquí
se desprende que todo aquel que ejerce la práctica sin la teoría está
simplemente haciendo ensayos a tientas sin reunir ciertos principios y sin
pensar su tarea como un todo (sistema) y así se priva de una operación lógica
que le permite dilucidar los pasos que seguirá durante su trabajo.
Metodología
es el conjunto de proposiciones lógicas, graduadas y jerarquizadas destinadas a
facilitar y mejorar el ejercicio intelectual y la capacidad creadora de la
mente humana en cualquier rama del saber. Por otro lado, existen las llamadas
operaciones del pensamiento y sirven para darle coherencia al mismo al tiempo
que arrojan nuevos datos en el quehacer investigativo. Son de corte dialéctico
(Hay una tensión entre ambas posturas que al final se anulan y terminan
produciendo un devenir) y se dividen en cinco binomios dialécticos: Abstracción-concreción. La primera
permite aislar y analizar cada parte de un todo hasta que se haya terminado de
hacer con todas ellas. Se han propuesto tres criterios para saber si se
realizado correctamente una abstracción:
·
Si
se ha realizado tomando en cuenta el problema que se estudia
·
Si
se han eliminado los factores no esenciales
·
Si
se han considerado factores fundamentales o esenciales del problema
En
cuanto a lo concreto, Alfredo García A. expone que hay dos maneras de entender
lo concreto:
1. Lo concreto como el objeto aún
no conocido, a dónde se quiere llegar. En este caso, es el punto de partida de
toda investigación.
2. La concreción como el objeto
conocido con todas sus características y principios. En este caso es el punto
de llegada, más allá del cual está la práctica y la puesta en acción del
conocimiento obtenido.
Como
podemos apreciar, existen ambos procederes: de lo concreto a lo abstracto y
viceversa. Así tenemos que el método de elevación de lo abstracto a lo concreto
supone: la existencia de lo concreto fuera del pensamiento, la actividad
práctica objetiva del hombre social, la forma sensible del reflejo de lo
concreto en la conciencia, es decir, la conciencia empírica, la experiencia y
la representación de los procesos formados independientemente de la actividad
racional y antes de ella, la realización de abstracciones y generalizaciones y
el paso de la teoría a la práctica.
En
cuanto a lo general-particular se
dice del primero que concierne a la totalidad o conjunto de personas o cosas.
Vago, de sentido indeterminado, sin especificar ni individualizar. Al abordar
un fenómeno, es importante localizar en qué punto nos encontramos, si en el
particular que nos permite ubicar sus características propias y únicas que lo
hacen diferente o en el general como el elemento de un conjunto de fenómenos
que tienen características comunes.
Después
tenemos el binomio análisis-síntesis,
el primero es el análisis figural o real del objeto o fenómeno realizada con el
fin de esclarecer su estructura, propiedades o relaciones. La síntesis es la
reunión figural o real de las partes de un todo desglosado por el análisis. Así
que, como vemos, ambos forman una unidad para la investigación e intervienen en
operaciones tan sencillas como las comparaciones y el raciocinio.
El
siguiente par es el que forman la inducción-deducción.
La primera consiste en la generalización de una ley tomada como universal a
partir de varios casos particulares observados y suponiendo que dicha ley es
inexpugnable. La inducción constituye la base de las ciencias experimentales.
Al contrario, la deducción plantea el paso de lo general hacia lo particular,
es decir, de lo conocido hacia lo desconocido. A pesar de ser opuestos, ambos
métodos terminan por complementarse.
Finalmente,
tenemos lo cualitativo-cuantitativo.
En cuanto a lo primero, se sabe que se refiere a la cualidad o naturaleza de
las cosas, es decir una característica y, por lo tanto, propia del objeto de
estudio. Para Aristóteles la clasificación de las cualidades se divide en: 1)
C: hábitos y disposiciones (los primeros son más estables y duraderos que las
segundas). 2) C: capacidad natural. 3) C sensibles propias y verdaderas
(colores, sabores, sonidos, etc.) y 4) Formas o determinaciones geométricas.