Me parece que el diseño de una tipografía digital
sans serif para títulos responde a la definición general de lo que a juicio de
la Escuela Nacional de Artes Plásticas constituye el diseño y la comunicación
visual. A grandes rasgos, dicha institución establece que se trata del conjunto
de estrategias, instrumentos, procedimientos, técnicas y recursos del saber
humano para la producción y difusión de mensajes en los que interviene el
sentido de la vista y la percepción. Así, al hacer la comparación, obtenemos
que el proceso de diseño de una tipografía –sea cual fuere su naturaleza-
requiere de todo un conjunto de estrategias, metodologías y procedimientos para
conseguir un resultado funcional y legible. Un ejemplo claro e inconfundible de
lo anterior son las normas morfológicas a las que cada carácter se debe ajustar
para conservar su identidad, o simplemente el proceso mismo de diseño que la
tipografía debe seguir para alcanzar la coherencia visual entre sus
componentes.
Huelga decir
que en el proceso de apreciación o simplemente visualización de una muestra
aplicada de la tipografía, la percepción juega un papel determinante al
transmitirnos toda la comunicación visual intrínseca de la misma. Ahora bien,
este mensaje inextricable de la fuente puede ser planeado y regulado gracias al
uso de la teoría y la investigación, pues de estas bases se debe partir para
resolver el problema de comunicación específico –que en este caso es la
legibilidad- y así, apoyándonos en ambas técnicas (tradicional y digital) podremos
llegar a la solución deseada. Es ahí donde toma parte la segunda sección de la
definición enunciada por la ENAP.