lunes, 9 de abril de 2012

Huesos de lagartija: el legado del abuso durante la conquista

 Dentro de una interesante narración en primera persona, el protagonista de esta amena historia nos narra la forma en que cayó la ciudad de Tenochtitlán a manos de los españoles mientras nos describe su propia vida durante la juventud. Con una alta dosis de dramatismo y un cuidado casi demente de la sintaxis, Navarrete Linares nos narra la forma en que el anciano, en otra época conocido como "Huesos de Lagartija" deseaba ser un guerrero tan valeroso como su hermano para conseguir el honor que le permitiera casarse, para defender y librar a su ciudad de la invasión española así como para poder pintarse la cara con pigmento de insectos de la región. Haciendo alusión a la antigua tradición de la cultura oral antigua, el autor se sirve de este personaje para contarnos los pormenores del comportamiento completamente poco solemne, poco respetuoso y abusivo de la cultura española, a quienes fueron ofrecidos los más grandes tributos del imperio y sin embargo decidieron atacar Tenochtitlán.



"Yo también quería ir a la guerra y tomar prisioneros para pintarme la cara de rojo"

Bibliografía:
Huesos de lagartija
Navarrete Linares, Federico

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