jueves, 27 de octubre de 2011

Mapa Mental: mitos de la cultura escrita
























Mitología sobre la Cultura Escrita

 La cultura escrita ha sido a lo largo de la historia de la humanidad Sobrevalorada (en palabras del mismo Olson), pues se le ha dado una primacía por encima de todas las cosas. Es mucho más común encontrar educadores, en lo que al área de español se refiere, que corrigen enfáticamente las faltas de ortografía dejando de lado la sintaxis y el significado de lo que se presenta en el texto, además del contenido literario en sí del mismo.
 Los niños creen, y es que la sociedad se los ha hecho ver así, que leer y escribir es el camino a la sabiduría, cuando sabemos que no siempre es así. Es cierto que se trata de una herramienta muy útil para almacenar y transmitir conocimiento, pero debe ser complementada por fuertes estímulos visuales y auditivos, así como la palabra hablada. Y es de esta última de la que quiero comentar a continuación. Es enteramente falso que se crea que es una transcripción del habla, producto de que la generalidad vea en los signos ortográficos caminos para transmitir emociones, cuando son únicamente un medio para acercar al lector a la verdad de lo que se desea transmitir, pero sólo eso. Igualmente es falsa la creencia de que la escritura es superior a la palabra hablada, pues ambas se complementan o en ocasiones ha llegado a ser más grande la segunda, prueba de ello son los grandes oradores de la antiguedad o el mismísimo Hitler!, que habría sido de él sin su retórica.
 Por lo pronto, lo que les puedo decir como conclusión es que la sociedad ha sobrevalorado la escritura, y en específico el alfabeto, despreciando los sistemas de escritura ideográficos por considerarlos "primitivos" además de que la ha puesto sobre el lenguaje oral, cuando es empíricamente comprobable el hecho de que ambos deben funcionar como un todo, en el cual se complementan ideas y conocimientos hasta propiciar el tan anhelado desarrollo económico, social y cognitivo.

jueves, 20 de octubre de 2011

Escritura vs. Habla: Grandes Mitos

 David Olson, en su libro "El Mundo sobre el papel", dentro del apartado "La Desmitologización de la cultura escrita" nos habla de los mitos más arraigados en que ha incurrido la humanidad con respecto al uso de la escritura. Estos mitos son principalmente seis:

1. La escritura es la transcripción del habla: Lo cual es completamente falso, ya que sólo capta algunas propiedades del habla, dejando de lado elementos como entonación, énfasis, etc. Carece asimismo, de signos visuales que hacen perder la interpretación.




2. El poder de la escritura: Nos indica que la cultura escrita es la base de la oralidad, cuando todos sabemos que es la primera la que se basa en el habla y no viceversa.



3. La superioridad del alfabeto: Indica que el alfabeto es la cima de lo que se puede llegar en términos culturales, despreciando algunos sistemas antiguos. Olson lo debate diciendo que cada sociedad emplea el sistema que se acomode a su contexto cultural.




4. La cultura escrita y el desarrollo social: Establece que la escritura es un mecanismo de liberación, progreso social y económico, aunque por el otro dice que se trata de un medio de esclavización. Una vez más, el autor lo refuta diciendo que existen sociedades con diferencias significativas en el nivel de complejidad de sus escrituras y no por eso son una u otra más desarrolladas entre sí.




5. La cultura escrita como instrumento de desarrollo cultural: A pesar de que la cultura escrita es responsable en parte al surgimiento de modos de pensamiento modernos como la filosofía, la ciencia, la justicia y la medicina y es enemiga del mito, la superstición y la magia, Olson nos indica que el ejemplo más distintivo de esta falacia es el hecho de que en la Grecia clásica (máxima instancia del esplendor de la antigüedad) el grado de alfabetización distaba de ser universal alcanzando únicamente un 10% de la población, es decir, se trataba de un pueblo que favorecía la cultura oral, como la dialéctica, el análisis y la argumentación. De este modo, el autor nos demuestra que no existe un vínculo entre cultura escrita y desarrollo cultural.



6. La cultura escrita como instrumento de desarrollo cognitivo: Se cree que la lectura y escritura proporcionan el acceso al conocimiento, motivo por el cual las escuelas privilegian su aprendizaje. En cuanto al aprendizaje de la lectura, se basa en las habilidades de "descodificación" mientras que en la escritura es el aprendizaje de la ortografía, dando así el nombre de habilidades letradas a las habilidades humanas importantes. Sin embargo, una vez más el autor desmiente este mito enunciando que es un error asociar los procesos de aprendizaje con los medios, ya que este se puede dar a través de gráficos, videos, etc. El papel de la escuela no es desplazar las creencias del niño preescolar, sino explicarlas y elaborarlas. Igualmente, el énfasis en el medio de transmisión puede menoscabar la importancia del contenido comunicado, es decir, pasa por el alto el contenido en la lectura y aprendizaje. Las habilidades relacionadas con la escritura como patrón respecto del cual puede evaluarse la competencia personal y social suele simplificarse demasiado.


jueves, 13 de octubre de 2011

Pensamiento divergente

 El ejercicio de la clase del viernes pasado nos ayudó a entender un poco más acerca del pensamiento divergente, donde cada uno trató de ofrecer una solución escrita y gráfica para dos palabras elegidas al azar. Este proceso nos permitió darnos cuenta de que la creatividad entendida como asociación de ideas es la más recurrente antes que como generación de ideas totalmente nuevas. Por otro lado, el ejercicio se prestó para que se pensaran diferentes alternativas de solución ejercitando este tipo de pensamiento conocido como divergente, el cual en determinados casos trajo consigo alternativas de relación de ideas totalmente fuera de contexto.

Koestler y la herencia de Freud

 Arthur Koestler se apoya en las teorías postuladas por Henri Poincaré (inspiradas en las de Freud), quien establece que la heurística (arte de la invención) y la inventiva proceden de procesos del inconsciente, quien deshecha las ideas no útiles y elabora nuevas independientemente de la consciencia del hombre y de las ideas que concibe como posibles soluciones. Koestler indica que "la resolución de un problema requiere combinar pensamientos; dar solución original, creativa y supone añadir combinaciones nuevas". Dice a todo esto que la historia de la ciencia ha sido el registro del casamiento de miles de ideas donde el responsable ha sido el inconsciente. También distingue entre bisociación, donde dos ideas antes no relacionadas son puestas en contacto y combinadas y la asociación, donde hay previamente una relación en el contexto entre dos ideas.
            
                                             Arthur Koestler                                   Sigmund Freud

Los 6 sombreros de Edward Bono

 Según este psicólogo, Sócrates, Platón y Aristóteles diseñaron el "software" moderno del cerebro al concebir avances como la dialéctica, la verdad y la lógica, respectivamente; Sin embargo, éstas disciplinas son perjudiciales para la creatividad paralela al postular una única verdad construida a base de argumentación, y es que Bono indica que la creatividad paralela involucra la posibilidad de salirse del estándar establecido y de pensar paralelamente, es decir, todos vemos la realidad en la misma dirección, pero cada individuo lo hace desde un ángulo diferente y alternativamente.


 Los seis sombreros: Para ello, Bono postula una técnica de seis sombreros para desarrollar el pensamiento paralelo.
Sombrero Blanco: Se refiere a la información y consiste en dejar de lado propuestas y soluciones y analizar cuál es la información faltante y la forma de obtenerla. No se elige una alternativa, sino que todas se guardan en paralelo.
Sombrero Rojo: Es aquel que se refiere a los sentimientos, las emociones y la intuición. Se supone que no intervienen en cuestiones de negocios, pero si lo hacen disfrazados de razonamientos lógicos. Con éste sombrero, se pueden expresar ideas libremente y sin necesidad de justificación.
Sombrero Negro: Indica la precaución, evaluación de riesgo y el juicio crítico. Es el sombrero con mayor utilidad práctica, ya que previene errores y decisiones irrazonables aportando mesura y explica por qué la decisión no será provechosa. Si se le usa en exceso puede ser poco conveniente porque mata la creatividad y resulta en negatividad.
Sombrero Amarillo: Es el que permite ver el valor y los beneficios de las ideas (pues es inútil intentar ser creativo sin ver el valor de las ideas). Es el que requiere de un mayor esfuerzo al procesar las ideas evaluadas por el sombrero negro pues la solución no siempre está a la vista y exige un trabajo de búsqueda ardua.
Sombrero Verde: Se trata del crecimiento, la energía y la creatividad. Consiste en desarrollar nuevas ideas y buscar alternativas. Ha sido el responsable de grandes inventos como la pólvora o la rueda.
Sombrero Azul: Mientras el resto de sombreros se concentran en los temas, el azul se centra en el pensamiento en sí, en definir la situación y las soluciones alternativas para el problema. Es aquel que verifica los procesos, exige resultados, sigue la agenda y elabora conclusiones. Los líderes ocupan mucho este sombrero.
 El pensamiento paralelo exige que en determinados momentos todos utilicen el mismo sombrero.

jueves, 6 de octubre de 2011

Gardner y sus teorías sobre la inhibición de la CREATIVIDAD

 

  La mayor expresividad y capacidad creativa de un ser humano se encuentra durante la niñez. Se dice que un niño promedio ya ha vivido y experimentado todo su entorno y la situación que lo rodea desde que nace hasta los dos años de edad y, a partir de esta etapa, comienza con su desarrollo artístico. Gardner establece que esta fase se encuentra entre los dos y los siete años y es aquella en que los niños crean libremente, pues no se encuentran sujetos a los parámetros que la sociedad considera "socialmente aceptados", es decir, no les importa lo que piensen los demás y es cuando, fisiológicamente, tienen mayor avidez para aprender nuevos métodos y técnicas y tienen una mayor facilidad para crear tanto elementos visuales como metáforas y rimas, claro indicio de que su creatividad no sólo se encuentra en el rubro gráfico, sino también en el linguístico. Pero es entonces cuando, en la etapa de la pre-adolescencia, los niños pierden toda esa capacidad creadora en la llamada fase literal, en donde tratan de ajustarse a los parámetros establecidos por la sociedad y se ven sujetos por una serie de criterios como belleza, lo correcto, etc. que, en el mejor de los casos alientan al creador por cumplir con lo mínimo establecido pero, en otros, desalientan al creador que no lo ha cumplido y pueden provocar que se aleje por completo de la actividad artística. Se dice que en esta etapa los niños son comparables con los artistas adultos, pues tienen la necesidad de experimentar hasta llegar a soluciones agradables y pueden llegar a tener aciertos de composición y gusto aunque los primeros lo hacen inconscientemente y los segundos de manera consciente, además de que los artistas adultos poseen un mayor grado de control de sus facultades y habilidades y, por supuesto, un amplio conocimiento de la técnica.