Ya sea sobre literatura o derecho, sobre ciencia o cultura general, la lectura ofrece toda una gama de posibilidades a quienes la practican asiduamente. Existen en el mundo lectores que alcanzan impresionantes velocidades de lectura de hasta 10000 palabras por minuto, lo cual sólo se logra educando nuestra mente para captar, comprender y asimilar la información contenida en pequeñísimas fracciones de segundo.
La lectura rápida nació como parte de un protocolo de la Real Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en donde se entrenaba a pilotos para reconocer a las aeronaves enemigas proyectando su imagen sobre la pared y reduciendo cada vez más la superficie de las imágenes hasta que los pilotos lograran identificar los aviones enemigos aunque sólo se proyectaran centésimas de segundo. Más tarde, se procedería a proyectar palabras del mismo modo, reduciendo su extensión hasta que lograran leer cuatro palabras en sólo fracciones muy pequeñas de tiempo (el equivalente a un libro pequeño en un minuto).
Experimentos similares han dado frutos de igual manera, destacando el método de ejecutivos pertenecientes a la Fortune 500, que agrupa a las 500 empresas estadounidenses más poderosas e influyentes donde se formaban subgrupos de cuatro ejecutivos, donde cada uno empleaba dos horas para leer un libro con las técnicas de lectura rápida para al final intercambiar todos información sobre su libro leído, de modo que cada ejecutivo salía de las salas con la información de cuatro publicaciones diarias bien retenida y aprendida.
Juega un papel determinante el uso de la Mnemotecniaa, inventada originalmente por los griegos y que consiste en una serie de trucos empleados para agilizar el aprendizaje del cerebro humano, destacando los mapas mentales, donde se pone una palabra al centro y se organiza la información en torno a ella, imitando artificialmente el esquema de pensamiento de las neuronas.
Hablando de éstas células, estudios han demostrado que la capacidad de procesamiento de neuronas es una cantidad equiparable a un 1 con 10 millones de kilómetros de ceros (con tipo de letra a tamaño normal) de cálculos por segundo.
Cabe destacar que las velocidades de lectura de un ser humano promedio son de 200 a 400 palabras por minuto, considerando por encima de 400 palabras a un lector rápido, nada comparado con los lectores más rápidos del mundo, que alcanzan velocidades de hasta 35000 palabras por minuto. Está comprobado que los lectores super rápidos poseen una comprensión de hasta el 80% de la información o más, mientras que la de un lector regular es de 60%.
Un obstáculo para el aprendizaje por medio de la lectura es el olvido de la información obtenida, ya que se encuentra comprobado que el aprendizaje se refuerza una hora después de adquirido, ya que es el lapso en el que el cerebro organiza la información, pero se pierde hasta en un 80% 24 horas después del aprendizaje.
Analizando todo esto, nos daremos cuenta de que la lectura es un medio para alcanzar una inteligencia envidiable, el camino para desarrollar una mente brillante. Es verdaderamente impresionante la velocidad de lectura que se puede ganar pero si pensamos en la aun más poderosamente rápida capacidad de procesamiento de la mente humana nos daremos cuenta de que la habilidad para desarrollar super-inteligencia se encuentra dentro de nosotros, sólo es cuestión de ejercitar la mente por medio de mnemotecnia y ejercicios para mejorar la velocidad de lectura, ambas herramientas útiles para un futuro prometedor y plagado de cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario