lunes, 20 de febrero de 2012

Dante y su mente atormentada

 Entre lamentos y la visión de un mundo infernal, Dante Alighieri poeta católico en sus inicios, nos relata la forma en que su mente concibe la apariencia y forma del infierno, el purgatorio y el cielo recorriéndolos él mismo acompañado de un alma del purgatorio, el poeta Virgilio, quien lo acompañará en su largo caminar hasta reunirse con su amada Beatriz.



 El infiero, inicio del poema épico compuesto en tercetos conocido como la Divina Comedia, objeto de esta breve reseña, se encuentra dividido según Dante en 7 círculos, el primero más envuelto en las tinieblas y que alberga las almas con pecados más graves, el segundo más cerca del paraíso y la luz y así sucesivamente. En el primero se encuentran las almas que no recibieron el bautismo, en otro de ellos se encuentran los pecadores de amor, en otro más los glotones que como castigo sufren los vientos de varios huracanes, los iracundos se encuentran en un sitio donde se devoran y arrancan pedazos de piel entre sí. Los avaros, mientras tanto, se aferran a piedras gigantes haciéndolo también a su pecado. Se encuentran también en otro círculo los pecadores de amor.



 Según el poeta, la entrada la regula el rey Minos, quien da vueltas a su cola y establece una sentencia. Forma parte también del relato el can infernal Cerbero que ladra y atormenta a las almas del infierno. La historia finaliza cuando Dante logra cruzar el infierno y el purgatorio para llegar al paraíso y reencontrarse con su amada Beatriz.




Gustav Doré, reconocido ilustrador medieval, representó varios de los pasajes destacados de la historia con la técnica de litografía para la edición ilustrada.

Bibliografía:
La divina comedia
Alighieri, Dante

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