sábado, 25 de febrero de 2012

La belleza literaria de García Márquez

 Una vez más, Gabriel García Márquez nos demuestra la calidad que le hizo ganar el premio nobel de literatura. En su cuento El ahogado más hermoso del mundo, el autor hace un excepcional uso de la figura retórica de la hipérbole al exaltar en demasía la belleza, el vigor y la masculinidad del cadáver que llega a la costa en donde ocurre el relato. Comenta que Esteban, como se deciden llamarlo las mujeres del pueblo podría haber hecho mayor trabajo en una noche que el que cualquiera de sus hombres haría en toda su vida, incluso exalta su condición al profetizar que aquel lugar sería recordado como aquel en el que se encuentra enterrado Esteban.



Sucede que nuevamente Gabo convierte una situación cotidiana en un suceso digno de contar y de deleitar un público, como ocurre con La Tarde de Baltazar, en donde relata la forma en que un viejo carpintero elabora una jaula para canarios con una bellaza excepcional, causando que al pueblo entero desfilara por su morada para admirarla, algo similar a la situación de enaltecimiento de Esteban, aunque este finalmente sólo sea un cadáver. Del mismo modo, encuentro cierto parecido entre la virilidad y masculinidad que García Márquez atribuye al ahogado y la de José Arcadio Buendía, personaje de 100 años de soledad de mirada peneprante, brazos macizos como leños y cuya sangre atravesó el puebho de Macondo después de su muerte para avisar a su madre.


 En este relato pareciera que García Márquez no hace uso de su narrativa de realismo mágico; Sin embargo, suena posiblemente fuera de la realidad que ocurra un hecho de tal macnitud (amor de todas las mujeres de un pueblo hacia una persona, desprecio hacia sus hombres y el recuerdo de un pueblo olvidado sólo por el hecho de ser la tumba de un ahogado hermoso) con la simple aparición de un cadáver en el mar, o no?

Bibliografía:
El ahogado más hermoso del mundo
García Márquez, Gabriel

No hay comentarios:

Publicar un comentario