miércoles, 28 de marzo de 2012

Pacheco hace de las suyas de nuevo

 Como lo mencionaba en el ensayo Pacheco, el niño escritor que trata sobre El Principio del placer, José Emilio Pacheco sumerge al lector en un mar de impotencia antes las situaciones que plantea y ante los prácticamente imposibles pero deliciosos romances que crea en la mente de sus protagonistas, pues vuelve a servirse de la temática de narrar los acontecimientos desde la precaria y ligeramente inocente visión de un niño en Las batallas en el desierto. En él, Carlitos, desesperado ante la impotencia de enamorarse de la madre de su amigo Jim (Mariana), intenta ocultar sus sentimientos a toda costa, pues le parece ridículo ese tipo de amores y Mariana, una anciana. Sin embargo, sus sentimientos terminan por explotar y salir a flote durante una conversación con tintes de confesión que sostiene con ella. Sensual y hermosa, el autor se sirve del recurso del enaltecimiento de la mujer amada una vez más ("sus senos, sus piernas y el misterio de su sexo prohibido"), como en el caso de Ana Luisa en El principio del placer y nos hace caer en la cuenta de que Mariana es realmente una mujer hermosa y deseable, pues incluso en tono de ironía agrega que es toda una anciana, pues ya tiene 28 años!



"Por un momento se entreabrió su kimono, se entrevieron sus piernas, sus senos, el misterio de su sexo oculto y su vientre plano"

Bibliografía:
Las batallas en el desierto
Pacheco, José Emilio

2 comentarios:

  1. Ya que lo pones así, creo que el señor José Emilio Pacheco ha de haber tenido algún amor prohibido que marcó su vida para siempre.

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  2. Definitivamente creo que así fue, porque toma tanto partido en la historia encarnado en Carlitos que se creería que es él el que esta enamorado de la madre de su amigo

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